martes, 22 de enero de 2013

Bolkestein y el sistema educativo

Soy Jesús Seijas y propongo una reflexión más sobre como el mercado se está haciendo un hueco en nuestro sistema educativo con la aquiescencia de nuestros gobernantes que para ésto sí se ponen de acuerdo.
Con lo lejano que, en este tiempo político, parece estar el consensooo ....


¿Qué es la directiva Bolkestein que hemos visto en los periódicos estos días? ¿Nos afectará en algo? Parece que lo europeo “no nos va ni nos viene”. Pues sí, puede acabar afectando gravemente a nuestro sistema educativo. Bolkestein era un señor ultraliberal (a juzgar por lo que inventó) que nos dejó como herencia de su paso por el puesto de Comisario de la UE, una directiva envenenada, que puede dar al traste con la política más social de Europa. Nos referiremos (por no salirnos de nuestro campo) a la liberalización, de forma preferente, de servicios públicos como la educación. Es ese un”mercado” grande y apetecible en una Europa que, hasta ahora presumía de tener una nivel aceptable de servico social. Según vemos en El País: de la importancia de la directiva da idea el hecho de que los servicios representan el 70% de la actividad económica europea.
Después de numerosas protestas (para ser un referente europeo que siempre vemos tan lejano) se llegó a un acuerdo entre socialistas-conservadores a la hora de votar esta semana (15 de febrero) en la que ha sido la primera aprobación en la Eurocámara (tras ella, ha de pasar todavía por el Consejo de Ministros de la UE y volver luego al Parlamento Europeo). Parece que este acuerdo “suaviza” la directiva aunque, por un lado, no la para y, por otro, se pueden encontrar valoraciones bastante diferentes, como las que siguen:
ABC OPINIÓN Editoriales La libertad de servicios, por finEITB Conservadores y socialistas han optado por una formulación lo suficientemente ambigua --se alude a la ’libertad de prestación de servicio’--que les permite a los primeros asegurar que el principio (respecto al tema del “país de origen”) se mantiene en la directiva y a los segundos certificar que se ha eliminado.El País Sectores incluidos. ....También quedan incluidos..., la educación privada, el tratamiento de aguas, la eliminación de residuos, etc.Attac Madrid El campo que cubre la Directiva sigue siendo inmenso y conducirá a la liberalización a todos los aspectos de los servicios públicos universales. Ciertamente la salud se ha excluido, pero la educación permanece, y está en el punto de mira.
Creemos que esta Directiva está destinada a completar la estrategia de Lisboa encaminada a hacer de Europa la economía más competitiva del mundo, pero eso no puede hacerse sin tener en cuenta las necesidades humanas.
"En la Directiva sobre los servicios, se trata de liberalizar los servicios, pero en ninguna parte existe una definición del servicio público o de un servicio universal. Franco Russo (Italia) animador del Foro para la democracia constitucional en Europa".
Podría decirse que lo que deja más claro a qué se ha llegado, sabiendo quien lo dice, es el conciso titular de ABC que parece leerse como “dando un respiro de alivio” por lo conseguido.
En lo que respecta a los servicios públicos, la sanidad puede haberse “salvado de la quema”, pero parece claro que la educación será un servicio a privatizar.
Además, la directiva orienta o aclara otras disposiciones y documentos existentes. Por ejemplo, las conclusiones del Consejo Europeo de Lisboa de 23 y 24 de marzo de 2000 sobre los 
futuros objetivos precisos de los sistemas educativos y de formación. Quizá ahora se ve más claro por donde podrán ir párrafos como: La Unión Europea necesitaba establecer un objetivo estratégico claro ...la modernización de la seguridad social y de los sistemas educativos. «Objetivo estratégico»: Aprovechar al máximo los recursos Cuestiones clave 3. Desarrollar las posibilidades de las asociaciones entre sector público y privado
En España también es clarificador releer algunos párrafos de la futura LOE, tal y como ha llegado al Senado, para ver lo que nos puede llegar: Preámbulo proyecto LOE en el Senado El servicio público de la educación considera a ésta como un servicio esencial de la comunidad,...El servicio público de la educación puede ser prestado por los poderes públicos y por la iniciativa social, como garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos y la libertad de enseñanza.
Tal y como Concejo recoge en el 
análisis de dichos cambios tras su paso por el Congreso, se equipara la oferta pública y la privada como servicio público Es esta una modificación de gran calado, por las repercusiones que puedan tener en el futuro, en lo económico y en la configuración de red pública y privada. Ahora la perspectiva puede ser aún peor tras la aprobación de esta directiva, aun usando ese mismo texto.
¿Qué efectos tendría una privatización? Mirando a nuestra sanidad, por ejemplo, puede preverse: hospitales privados que atienden “enfermedades y operaciones fáciles”(clientes que convienen) y acuden a la seguridad social cuando la cosa se complica(clientes que requieren un gran inversión). Si trasladamos ese principio al alumnado, es fácil saber quién es “buen cliente” para un negocio privado y quien no. Para quienes no sean “buenos clientes” estaría la pública, claro. ¿Eso sería buena calidad desde el punto de vista empresarial?
Pero, ¿y si habláramos de ciudadanos y ciudadanas con derecho a la educación en vez de clientes? Pensando en ellos, en ellas y en sus derechos esenciales, ¿es ético privatizar servicios públicos básicos como la educación?
No está claro qué salida queda, ni si es posible que esta directiva no llegue a nuestro sistema educativo y genere más desigualdad alegando lo contrario. Quizá habría que dejar claro un concepto justo de lo que es servicio público. Quizá deberiamos partir de que un servicio público educativo ha de suponer una forma de cubrir un derecho universal en el que, además, existe necesidad de compensar por las desigualdades existentes, en vez de suponer un mercadeo al servicio del “mejor cliente”. Nuestro sistema educativo y nuestra sociedad futura se juegan mucho con ello.

martes, 15 de enero de 2013

Un genocidio contra las mujeres

AYAAN HIRSI ALÍ

He llamado a un buen amigo mío que es judío y le he preguntado si le parecía apropiado que emplease el término Holocausto para calificar la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo. Al principio se sorprendió. Pero cuando le leí las cifras de un informe publicado por el Centro para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas en marzo de 2004, asintió sin dudarlo.

Existen en todo el mundo entre 113 y 200 millones de mujeres demográficamente desaparecidas. Cada año, entre 1,5 y 3 millones de mujeres y niñas pierden la vida como consecuencia de la violencia o el abandono por razón de su sexo. Como decía The Economist del pasado 24 de noviembre, "cada periodo de dos a cuatro años, el mundo aparta la vista de un recuento de víctimas equiparable al Holocausto de Hitler".

¿Cómo es posible que ocurra algo así? He aquí algunas de las razones.

- En los países donde el nacimiento de un varón se considera un regalo y el de una niña una maldición, se recurre al aborto y el infanticidio selectivos para eliminar a las niñas.

- Las niñas mueren de forma desproporcionada por abandono, porque los alimentos y la asistencia médica se destinan antes a sus hermanos, padres, maridos e hijos.

- En los países en los que se considera a las mujeres propiedad de los hombres, los padres, hermanos y maridos las asesinan por atreverse a escoger sus propias parejas. Son los llamados asesinatos "de honor", aunque el honor tiene poco que ver en el asunto. A las novias jóvenes cuyos padres no pagan dinero suficiente a los hombres que se han casado con ellas se las mata; son las llamadas "muertes por dote", pero no son muertes; son asesinatos.

- El brutal tráfico sexual internacional de chicas jóvenes mata a un número incalculable de mujeres.

- La violencia doméstica causa la muerte de un gran número de mujeres en todos los países del mundo. Las mujeres entre 15 y 44 años tienen más probabilidades de ser asesinadas o heridas por sus parientes masculinos que de morir debido al cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico o la guerra, todos juntos.

- Se concede tan poco valor a la salud femenina que, cada año, aproximadamente 600.000 mujeres mueren al dar a la luz. Como destacaba The Economist, esa cifra equivale a un genocidio como el de Ruanda cada 12 meses.

- Cada día, 6.000 niñas sufren la mutilación genital, según Naciones Unidas. Muchas mueren. Otras sufren dolores atroces durante el resto de su vida.

- Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres tiene probabilidades de ser víctima de una violación o un intento de violación a lo largo de su vida.

El genocidio consiste en el exterminio deliberado de un gran número de personas. Y esto es genocidio. No son unos asesinatos silenciosos; todas las víctimas proclaman a gritos su sufrimiento. Y no es que el mundo no oiga esos gritos; es que nosotros, los demás seres humanos, preferimos no prestar atención.

Resulta mucho más cómodo ignorar estas cuestiones, sobre todo cuando se trata de problemas tan extendidos y -para muchos lectores de periódicos- tan lejanos. Con frecuencia lo hacen las propias mujeres. Traicionamos a nuestras congéneres. Muchas veces somos las primeras en apartar la vista. O incluso participamos, al favorecer a nuestros hijos y descuidar el cuidado de nuestras hijas. Contemplamos con recelo a otras que tienen el valor de intentar denunciar la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres en todo el mundo.

Examinemos de nuevo la lista. Todas las cifras son cálculos aproximados. Casi nunca hay cifras exactas en este terreno; documentar la violencia contra las mujeres no es una prioridad en la mayoría de los países. ¿Cuántos tribunales se han creado para juzgar a quienes cometen estos crímenes? ¿Cuántas comisiones de la Verdad y la Reconciliación se han instituido? ¿Cuántos monumentos nos recuerdan que debemos llorar la muerte de estas víctimas? ¿Acaso las mujeres son bienes desechables, no del todo personas?

Mientras, puedo oír las excusas habituales. "En realidad, no sabemos si es una aniquilación sistemática". "Es su religión, y a muchas mujeres no parece queles preocupe pertenecer a esa religión". "No se puede atacar la cultura de la gente". "Es una desgracia para las víctimas, pero, en tiempos de guerra y pobreza, la gente muere".

Pero el mundo no está volviéndose más violento; al menos, no para los hombres. Como destaca The Economist del 24 de noviembre, el mundo está volviéndose palpablemente más pacífico. El número de guerras entre países y guerras civiles en el mundo disminuyó en un 40% entre 1992 y 2003. Los conflictos más mortíferos -los que se cobran más de 1.000 vidas- se redujeron en un 80%. Entre 1991 y 2004 se iniciaron o reiniciaron 28 conflictos armados, pero se contuvieron o apagaron 43, según la citada publicación.

Y la pobreza tampoco tiene mucho que ver. Los países ricos también persiguen a las mujeres. En Arabia Saudí, las mujeres no pueden votar; no pueden salir de su barrio o su país sin permiso del padre o el marido; no pueden trabajar, ni escoger a su esposo, si no lo autoriza su guardián. En el mejor de los casos, equivalen a animales de compañía, y en el peor, son esclavas domésticas; pero nunca son iguales. Y, sin embargo, a nadie se le ocurre decir que Arabia Saudí es pobre, salvo en términos culturales.

Nos enfrentamos a tres grandes retos.

En primer lugar, las mujeres no estamos organizadas ni unidas. Las mujeres de los países ricos, que disfrutamos de la igualdad bajo la ley, tenemos la obligación de movilizar a nuestras hermanas. Nuestra indignación y nuestras presiones políticas son las únicas armas que pueden promover el cambio.

Luego están las fuerzas del oscurantismo. Los islamistas están empeñados en revivir y extender una serie de leyes brutales y retrógradas. En los países en los que imponen la ley coránica de la sharia, a las mujeres se les expulsa del ámbito público, se les niega la educación y se les obliga a pasar toda su vida como esclavas domésticas. La lucha para combatir el islamismo es una lucha para salvar a las mujeres en cuerpo y mente.

En tercer lugar, los relativistas culturales y morales socavan nuestro sentimiento de indignación moral cuando defienden la idea de que los derechos humanos son una invención occidental. Los hombres que maltratan a las mujeres hacen uso casi constante del vocabulario que amablemente les proporcionan esos relativistas al reivindicar el derecho a regirse por un sistema de valores distinto -"asiático", "africano" o "islámico"- en relación con los derechos humanos. De acuerdo con este punto de vista, cuando los maridos, los padres y los hermanos pretenden que las mujeres somos posesiones suyas, están expresando su cultura o su religión, y hay que respetarles.

Tenemos que luchar para cambiar esa mentalidad. Una cultura que corta los genitales de las niñas, daña sus mentes y justifica su opresión física no es equiparable a una cultura que considera que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres.

El 8 de marzo fue el Día de la Mujer. En ese día, todos los años, celebramos nuestros triunfos y condenamos nuestro sufrimiento. Pero un día no es suficiente. Necesitamos más de un día, más de un año, más de un decenio. Necesitaríamos todo un siglo para luchar contra el generocidio.

Ni siquiera cuando buscan sinceramente la paz se dan cuenta los hombres que nos gobiernan -porque, en su abrumadora mayoría, son hombres- de que, mientras exista la guerra contra las mujeres, la humanidad no tendrá nunca paz. Si se nos niega la educación, transmitiremos nuestra ignorancia a nuestros hijos. El abandono de las mujeres perjudica a la sociedad entera.

Cuando nos violan concebimos en medio de la humillación, y transmitimos nuestra rabia a nuestros hijos. Si no nos quieren, tampoco nosotras podemos querer; y si no nos cuidan, también nosotras descuidamos. Las mujeres tratadas con crueldad engendran mercenarios y opresores. Si nos destruyen, destruimos. Ante este horror, me siento tan impotente como cualquiera, pero sé que, para acabar con él, vamos a necesitar mucha más energía y vamos a tener que centrarnos. Hay tres primeros pasos que podrían dar los dirigentes mundiales para empezar a erradicar el asesinato en masa de las mujeres.

- Que un tribunal de justicia como el de La Haya busque a los 113-200 millones de mujeres y niñas desaparecidas. Transformar las cifras en rostros y nombres contribuirá enormemente a erradicar la violencia.

- Es urgente un serio esfuerzo internacional para documentar con exactitud la violencia contra las mujeres y las niñas, país por país, y denunciar la realidad de sus intolerables sufrimientos. En los dos últimos siglos, los occidentales han cambiado gradualmente la forma de tratar a las mujeres. Como consecuencia, Occidente disfruta de más paz y progreso. Confío en que el Tercer Mundo emprenda ese mismo esfuerzo en este siglo que comenzamos. Igual que acabamos con la esclavitud, debemos acabar con el generocidio.

- Por último, necesitamos una campaña mundial contra las culturas que permiten este tipo de crímenes. Las culturas que defienden la eliminación física de las niñas recién nacidas, que no las alimentan ni las cuidan, que niegan a las mujeres el derecho a gobernar su propio cuerpo y no las protegen de ninguna forma contra los peores maltratos físicos, todas esas culturas deben reformarse. No son miembros respetables de la comunidad de naciones. Hay que nombrarlas y cubrirlas de vergüenza.

martes, 8 de enero de 2013

El cochero de Ulises

EL COCHERO DE ULISES

–Coeducación e igualdad, velo islámico y laicismo–

  1. Lo que ganó el Psoe al legalizar el matrimonio de homosexuales (cuando mucho más progresista y menos demagógico hubiera sido acabar de una vez con el régimen de gananciales matrimoniales que fomenta matrimonios por interés), lo que ganó entonces, o parecido, lo quiere ganar ahora y asegurarse un buen puñado de votos: el de las mujeres que piensan de los varones “yo y mi sexo nos hemos fastidiado en casa mucho tiempo, así que a fastidaros vosotros, guapos”.

  2. A cambio, estas compañeras ayudan al Psoe a hacer un viaje incómodo que las damas del Psoe (de carné y caché y despacho) ya no harían, bajar ellas a la cruda realidad de la tiza: colegios e institutos donde quedan varones que cuentan chistes presuntamente graciosos de presuntas rubias presuntamente tontas del bote.

  3. Y quien dice atar los machos a los machos, dice escolarizar a inmigrantes y poner orden en los centros escolares. Y ahí están esas jornadas por la paz y no violencia, en manos de gente que tampoco es de la casa, profesores de religión que justifican la demanda de su asignatura (y ellos, la oferta) frente al laicismo. Velos y cruces con la sonrisa de buena gente en los pupitres escolares.

  4. Quien dice, dice desactivar los viejos lemas de pronto sustituidos por una audiencia (share) electoral hueca como la máscara de la fábula griega, que confunde lo que es con lo que debería ser: la tolerancia con la estadística, la estadística con la democracia y la democracia con promesas de un bienestar carente de utopías realizables. ¿Educación en valores?

  5. Quien dice, dice en fin vaciar de contenido coeducación desde antes de empezar, con el área de coeducación anunciada a bombo y plato como niña mimada (y boba) de institutos y colegios para que vaya/vayamos preparando al personal para lo que ha de venir.

  6. Lo que ha de venir, mususlmanes y musulmanas, no nos deja ver lo que ya está en la Loe y en los planes de estudio: la religión católica, ahora que ya no es la única y verdadera, sino algo más sutil: la religión mayoritaria.

  7. Desde siempre la Iglesia se ha interesado por la juventud. De creer a laicos ateos y a juntas directivas progresistas, ahora es la juventud la que se interesa por la Iglesia y la religión, las religiones. Chapeau.

  8. Todo es que pierda la escuela laica igualitaria, coeducadora y progresista. Todo es hacer parecer esa pérdida de la escuela laica como un producto natural, inevitable, que la democracia y la tolerancia occidentales han querido. Matar la escuela laica y que parezca un suicidio. Chapó, que es palabra francesa, ahora que dice la progresía que “esto no es Francia”.

  9. Usaron a los socialistas catalanes y al atraso histórico de la estepa española para acabar con el derecho de autodeterminación de los pueblos. Usaron el No a la Otan para meternos en la Otan (de entrada, no, ¿se acuerdan?). A Santiago Carrillo lo usaron para reforma y no ruptura. Y no paran. Con el pretexto de salvar astilleros, a obreros pacíficos los han puesto a fabricar barcos de guerra.

  10. El psoecialismo español es maestro en este género de la parte contratante de la primera parte con la parte contratante de la segunda parte etcétera. Marxismo de Groucho Marx y de recortar programa. Aprovechándose de deseos de civismo y noviolencia se han comido la noble consigna del desarme, esa Onu de Bush incapaz de declarar ilegal la guerra, prohibir la guerra como método ilegal para resolver los conflictos entre naciones.

  11. Ya no hay prisas contra las bases de Morón y de Rota. Si se fijan, el ejército español patrocina los deportes. Y el día que la infanta Leonor reine, será porque lo esté queriendo hasta el partido más republicano, ya lo verán.

  12. Con el PP, la Iglesia y Víctimas del Terrosimo mordiéndole la moral y las encuestas, el PSOE tenía dos problemas: por un lado la Iglesia a la hora del laicismo prometido y por otro lado el velo islámico, que viene a instalarse cargado de derechos occidentales en tiempos de igualdad y de mujeres.

  13. El velo, ¿“derecho de las mujeres arábes” o “imposición orgullosa, diferenciadora y sexista”. Imposición, da igual que para las interesadas no lo sea. De hecho, estamos hart@s de oír mujeres musulmanas que dicen –vaya usted a ver– que les va esa marcha.

  14. La ostentación del velo es una imposición (como un crucifijo excesivo, un kipá o solideo judío) contra la religión cero de las personas agnósticas o ateas o simplemente contra aquell@s cristian@s que conciben la religión como algo estrictamente privado.

  15. Para que no haya peleas ni en los institutos ni con la Iglesia ni con Marruecos, el Psoe se está sirviendo de profesores de religión y del sindicato Apia para el día escolar por la paz y la no violencia y últimamente se está sirviendo de coeducadores y coeducadoras feministas sin socialismo y sin fronteras.

  16. La operación consiste en que nos creamos que el velo islámico es un derecho de mujeres, árabes o no, mujeres. Convencernos por la vía de la coeducación, la interculturalidad y la alianza de civilizaciones, que suena democrático y liberal.

  17. Dejo al futurible qué tienen que ver el velo en las escuelas con los intereses de colegios privados que se están dejando caer con el fracaso de la enseñanza mixta de niñas y niños juntos y van calentando el ambiente para que vuelva la separación de sexos a las escuelas. Coeducación, ¿les suena?
A unos y a otras, el PSOE como al cochero de Ulises:
–¡Llévense ustedes a los niños!, que nosotros ya vamos, ya.

Daniel Lebrato, profesor encargado del área de coeducación del IES Martínez Montañés, Sevilla

martes, 1 de enero de 2013

Alfabetización en Sevilla

Bicheando por la red he visto que los datos que se aportaban desde la revista de IU procedían del anuario estadístico editado por el Ayuntamiento de Sevilla y correspondiente al año 2003. Supongo que se habrán extraído de los estudios estadísticos a partir de los que se elabora dicho anuario.

Creo, como dice Pedro, que esos datos habría que matizarlos. Se me ocurre que un estudio de los mismos que contemplara la incidencia de la desinstrucción por clases, géneros y etnias, sería muy interesante, aunque la distribución territorial que se apunta nos da algunas pistas sobre el asunto. Por el contrario, no creo que el aspecto de los alumnos que en ese momento aún no disponían de titulación sea muy relevante respecto a las cifras globales.

Sí se me plantean algunas reflexiones tras la lectura de ese artículo y los comentarios que ha suscitado. Lo primero que se me ocurre es el para qué de una escuela que, entre otras cosas, expende títulos a partir de un procedimiento examinatorio. Si, como reflejan los datos, casi la mitad de la población mayor de 15 años carece de titulación académica, ¿cuál es la funcionalidad de la institución escolar en lo que se refiere a la inserción laboral? Pero aún más, ¿qué valor real concede la sociedad a los títulos académicos aportados por la escuela? ¿qué miraríamos cada uno de nosotros a la hora de ofrecer a alguien un puesto de trabajo: su titulación académica u otras características de esa persona? No soy desde luego el primero en señalar que la escuela parece estar atravesando una profunda crisis,una crisis que va más allá de los métodos de enseñanza o los planes educativos o las sucesivas reformas. A mi juicio es una crisis que tiene más que ver con ese para qué que cité antes. Desde luego que la escuela cumple otras funciones nada desdeñables: guarda a los alumnos, les enseña la dirección del poder, les muestra el enorme valor de las conductas sumisas y concede carta de naturaleza legítima a unos conocimientos mientras que deslegitima otros. Por otra parte, ¿qué clase de trabajos esperan a los chicos y chicas que terminan la escolarización obligatoria, sobre todo, si lo hacen en la escuela pública?
Me parece que vivimos inmersos en universos demasiado pequeños, aunque con cuotas de poder bastante grandes aparentemente, y desde los que es fácil cometer la osadía de generalizar, de extrapolar nuestra situación vital. Es como si hubiéramos acabado creyéndonos que estamos en las capas sociales que estamos por nuestro propio esfuerzo y no por provenir, en la mayoría de los casos (hablo de los maestros y profesores), de determinados sectores sociales. Una mirada a nuestro alrededor, sobre todo los que trabajamos en la pública, y en determinadas zonas, bastaría para darnos cuenta de que la gente con la que trabajamos es bastante ajena a nuestras preocupaciones existenciales, y ello es porque tienen otras preocupaciones que son prioritarias y que suelen ser de un orden mucho más material. Podría parecer que la formación que les ofrecen nuestros centros les pondría en una mejor situación de cara a resolver esas preocupaciones materiales, pero nos olvidamos que ellos no se encuentran en el vacío, antes bien ven que sus padres, sus amigos, sus iguales, con o sin títulos, acaban teniendo, como clase obrera que son (y así se denominan) trabajos de clase obrera (ya lo dijo Willis hace mucho tiempo).

En cuanto a la apreciación que hacía Leo sobre por qué los políticos no nos consultan a los profesionales de la educación, (a "los que sabemos de esto", decía), creo que es evidente que muchos de esos políticos provienen precisamente de dicho campo profesional; los maestros y profesores hemos demostrado tener una versatilidad y una capacidad apabullantes: lo mismo hemos sido capaces de hacernos cargo de una delegación provincial de educación, que de una de economía y hacienda, de una dirección general de turismo que de bosques,...; sí Leo, sabemos de esto y de aquello... .Claro, uno no sabe bien si es que, al conocernos, esos políticos, que eran "compañeros hasta hace un rato", no se acaban de fiar, vienen a ser como aquel Marx, Groucho, que no se fiaba de un club que le admitiera como socio. ¿Qué es lo que ocurre en nuestros centros, en aquellos en los que trabajamos o en los que tenemos a nuestros hijos o a los de nuestros parientes o conocidos? ¿Cuántos de estos centros dedican el máximo de sus recursos y esfuerzos a aquellos que más los necesitan, a aquello, pobres en su mayoría, que llegan con más carencias a la escuela? ¿qué políticas se auspician desde la administración en tal sentido, y, en caso de declararse políticas de compensación, qué controles eficaces se llevan a cabo? Yo no sé lo que ocurrirá en vuestros casos, pero en el mío, lo que veo es que año tras año, se acaba poniendo a "los buenos con los buenos y a los malos con los malos", eso sí, por necesidades de una mejor organización del centro: Detrás de dicha organización suele haber intereses personales, corporativos, ...; esto no nos lo hacen los políticos, esto lo hacemos nosotros y la administración lo permite. Lo más curioso es que pese a actuar así, las prácticas educativas son iguales en unos grupos y en otros: se explica (no siempre), se hacen ejercicios que ayudan a controlar a los alumnos y se examina. Sorprendentemente, haciendo esto se esperan, o se dice que se esperan, resultados mejores. Cuando tales resultados no se obtienen, no se cuestiona el método empleado, sino que se utilizan los mismos para ratificar algo que ya sabíamos: los que se esfuerzan lo logran, y los que no pues es que no se esforzaron lo suficiente. Jamás se realiza un estudio sobre la correlación entre fracaso escolar, es decir, producido por la escuela, y condición socioeconómica de partida, repito, jamás, eso no nos corresponde a nosotros, nosotros somos profesionales de la enseñanza y enseñamos.

En el sitio en el que vivo y trabajo, el Aljarafe sevillano, la gente adulta carece en su mayoría de titulaciones académicas (y tentado estoy de añadir que ni falta que les hace). Pese a ello, se ganan la vida, algunos con extrema solvencia, participan activamente en la vida social, son cumplidores, algunos, y algo menos otros, como nosotros mismos, los titulados, ni más ni menos. Si uno se acerca a ellos con la debida humildad, sin espantarlos, ve que disponen de una visión rigurosamente ajustada y funcional de su entorno, y que esa visión les permite justamente una integración plena y rentable, o sea, eficaz y eficiente, en el entorno socioeconómico en el que viven, y que no es sólo un mercado, aunque desde luego, tampoco deja de serlo.

De momento va bien con lo dicho.

Salud-os

martes, 25 de diciembre de 2012

Nación y Estado

Desde que empezaron el baile las más feas (País Vasco y Cataluña), las páginas andan que echan chispas con el nacionalismo.
  1. De “qué malos son los catalanes” a “yo también quiero lo mismo que los catalanes”, lo que va.

  2. Lo cual, desde un punto de vista moral, es totalmente inmoral pues si antes eran separatismos, ¿cómo puedo yo el patriota pedir ahora separatismos?

  3. ¿Por qué le dicen patria o nación cuando quieren decir mayor o menor parte de un pastel de privilegio o beneficio?

  4. ¿Por qué hacia arriba –hacia los pomposos Estados Unidos Europeos– pierdo mi nacionalismo y quiero disolverme y pertenecer y ser contado entre uno de ellos, y en cambio, hacia abajo –hacia las regiones más desfavorecidas de mi propio país– lo que quiero es singularizarme y hacer oficial, constitucional, mi situación de diferencia?

  5. El nacionalismo no existe salvo en la parte ‘nación’ que nos toca: lo que nos da haber nacido aquí y ahora, paisaje y cultura.

  6. Paisaje: vida cordial que se hace con el horizonte y la mirada más que con mapas y fronteras.

  7. Cultura: raíces que por la teta nos vienen y nos identifican al margen de creencias e ideologías.

  8. Nación (de nacer): eso que hace que a mi amiga atea marroquí le dé asco el jamón de pata negra y a mí me ha familiarizado con un montón de semanas santas y ferias que no son las mías pero sí son las mías.

  9. Nación (como sinónimo de Estado): dimensión geopolítica que cuanto más grande es, menos coincide con paisaje y cultura, menos nación de nacer.

  10. Esa mayoría vocinglera anti estatutos nacionalistas ¿está segura de padecer la pérdida de Sant Feliú o de Ondarribia como falanges de un dedo propio?

  11. ¿De verdad que su vida cambiaría a peor si cambiara la definición de unas fronteras que usted no ha visto más que en los mapas o en clase de geografía?

  12. La talla del patriotismo hispánico la dieron quienes un día cambiaron al amo godo por el amo del emirato, y la vida les fue más o menos igual.

  13. La talla del patriotismo hispánico la dieron los mal llamados afrancesados. ¿Usted, progresista de hoy día, qué habría hecho? ¿Ser español fernandino con la canalla de ¡Vivan las cadenas! o ser francés con Voltaire y el Estado republicano de la separación de poderes?

  14. La nota del patriotismo hispánico la dan guardias civiles en Mauritania, alambradas en Ceuta y Melilla.

  15. La nota del patriotismo hispánico la da la indiferencia del patriota de compras por Gibraltar pasando como si nada por la alambrada de la base de Rota.

  16. Cuba, Portugal… ¿ya no las quieren para España mis amistades nacionalistas?

  17. Mis amistades nacionalistas ¿qué dicen de la España en poder de capital extranjero, USAs y UEs?

  18. ¿Por qué, ya puestos, no nos planteamos acabar con una historia que ha dado expulsiones por decreto, conversos a la fuerza, exiliados y pateras?

  19. Alguien –no falla– dirá que acabar con fronteras y Estados es utópico.

  20. Ahora que la patria la van a defender mercenarios a sueldo, soldados profesionales, mientras los nacidos, la nación, nos quedaremos en casa viendo la guerra por la tele. ¿No es la patria la utopía?

  21. Dicho en lenguaje Bertolt Brecht: los de arriba nos echan a pelear a unas patrias con otras cuando ellos hace tiempo que vendieron la patria y lamatria.

  22. La única cuestión nacional no es nacional sino internacional. Estados Unidos con Cuba, ahí sí se masca la frontera. Quien dice Cuba, dice China, Vietnam: sitios donde se juegan las plusvalías nuestros capitalistas.

  23. La cuestión nacional revolucionaria fue en el siglo XX la cuestión entre la Tercera y la Cuarta Internacional. Trotsky y Stalin.

  24. Hoy sabemos que el internacionalismo (de Trotsky) tenía razón y que el socialismo en un solo país (de Stalin) no pudo ser. No pudo ser Soviética. No podrá ser Cuba.

Daniel Lebrato

martes, 18 de diciembre de 2012

la Junta y la gente junta

mairena del alcor La Junta pide explicaciones a un docente por una protesta


El director del colegio San Bartolomé invitó a los padres de alumnos a participar en una concentración contra una antena de telefonía

JOSÉ MARÍA DE LA HERA
La Delegación Provincial de la Consejería de Educación en Sevilla ha solicitado un "informe aclaratorio" al director del colegio público San Bartolomé de Mairena del Alcor, José María Romero, por apoyar una concentración que reclamaba la retirada de una antena de telefonía móvil.
Según explicó el propio Romero, "el servicio de Inspección, a requerimiento del delegado provincial", José Jaime Mougan, le pidió ayer dicha información a través de un mensaje de correo electrónico, instándole a remitir un "informe explicativo" sobre los hechos. Por este motivo, el director tiene previsto acudir hoy a la sede de la Ronda del Tamarguillo para exponer sus conclusiones.
El director del colegio San Bartolomé, ubicado en la Barriada de Mairena del Alcor, reconoció que, mediante de un escrito, invitó a los padres de alumnos a asistir a la concentración que se celebró el pasado miércoles frente al centro educativo para pedir la retirada de una antena de telefonía móvil que se encuentra instalada a unos 100 metros de distancia del colegio y a 75 del centro de salud.
Según Romero, actuó como presidente del consejo escolar, máximo órgano del centro educativo, "que aprobó por unanimidad apoyar a la plataforma vecinal que viene luchando contra esta antena", de la que dijo "me consta que es ilegal y que el Ayuntamiento está trabajando para que se quite".
Se da la circunstancia de que el director ni siquiera pudo acudir a la concentración que ha motivado este requerimiento por encontrarse de viaje con un grupo de alumnos en Granada.
Según el profesor, la situación en la que se ha visto envuelto se debe a "una mala interpretación por parte de algún concejal que me ha denunciado ante la Delegación Provincial", aunque Romero negó "cualquier tipo de cuestión política o partidista" en su actuación que, insistió, respondía a un acuerdo del consejo escolar.
El alcalde de Mairena del Alcor, Antonio Casimiro Gavira (PSOE), sin embargo, afirmó ayer desconocer estos hechos y explicó que parte del equipo de gobierno de la localidad acudió a la concentración. Gavira recordó que el Consistorio viene pleiteando desde 2002 para la reirada de las tres antenas que existen en Mairena (la Barriada, Cristóbal Colón y Cervantes). El Ayuntamiento llegó a aprobar unas ordenanzas municipales que limitaban su instalación a 600 metros del casco urbano, aunque una sentencia anuló este artículo.
Fuentes de la Delegación provincial de Educación negaron ayer haber remitido comunicación alguna al director del colegio San Bartolomé